En la yema de sus pulgares
en la piel de su cintura
en la comisura de su sonrisa
en las sombras de sus silencios
en los pórticos de la tristeza
en los suburbios del recelo
en las cicatrices de las prisas
en el ascensor del tiempo
en la memoria de la turbación
en los remembranzas de la rutina
en los preludios del aura de otoño
en los chaflanes de las estrías del ayer
en la afonía de un poema impreciso
en la singular ausencia de esperas
en la múltiple eufonía de la soledad
en la tonadilla taciturna del olvido
en unas cuantas letras inhibidas
en los conatos ingratos del destino
en las gotas de rocío en la mirada
en los versos proscritos de su cuerpo
en tantos lugares sin heredero…
… se bosquejan leyendas y vidas
De "Alambique de vestigios". Editorial Quadrivium
Francisco J. Picón
Todos los derechos reservados en el registro de la propiedad intelectual.
Hola Fran:un gusto llegar a tu sitio. Tus versos reflejan tus sentires de forma sublime.
ResponderEliminarUn lujo leete.
Cariños.....
P.D:con tu permiso me quedo por aquí.
El gusto es mío, Oriana, un beso!
ResponderEliminarLos versos proscritos de su cuerpo...
ResponderEliminarBuen hilo, buen tejido.
Gracias, Beatriz, un lujo tenerte por aquí!
ResponderEliminarBUENOS DIAS fRAN,,,HERMOSO POEMA COMO SIEMPRE!!! GRACIAS POR DELEITARNOS!
ResponderEliminarAsí es Fran, lo has hecho con certeza, con la destreza de un gran poeta...
ResponderEliminarsaludos para vos
Gracias, Jackie, un placer tenerte por aquí!
ResponderEliminarMuchas gracias, Omar, me honran tus palabras!
ResponderEliminarEstupendo, Fran... como todo este alambique de vestigios. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Marcos, un abrazo enorme!
ResponderEliminarcomo siempre insigne poeta nos regalas magna sensibilidad y belleza, esta amiga admiradora te da infinitas gracias por acariciar nuestros sentidos y te manda un besin muy grande
ResponderEliminarUn beso grande, Ozna, un lujo siempre contar con tu visita a mi mundo poético
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