Quisiera
garabatear
un poema
con
vocablos sencillos
y
rima coherente,
una
elegía
de
estrofas de sueños
y
ritmo grandilocuente
a
base de versos
de
paz y sonrisas
Quisiera
componer
esa tonadilla
de
melodía suave
para
bailar cada noche
entre
sábanas de concordia
y
sudores ardientes,
un
tango en la piel
de
las miradas malgastadas
en
el arrabal del desvelo
Quisiera
pintarrajear
ese tapiz
que
fortifique la ilusión
con
cimientos de color
y
líneas de esperanza
en
el día que despunta,
una
albada cualquiera
no
importa de donde
en
el bastidor de la suerte
Quisiera
imaginar
esa película
de
final feliz
en
una butaca carcomida
del
teatro de la vida,
a
golpes de palomitas
y
lágrimas surcando
la
mejilla marchita
del
rostro de la miseria.
Quisiera
no
querer volver a escribir
con
voces sentidas
y
una rima hiriente
un
poema como éste,
ni
musitar canciones dolientes
entre
claroscuros de fracasos
y
repartos de ausencias
en
un diván del olvido
Quisiera…
De "Alambique de vestigios"
Editorial Quadrivium
Francisco J. Picón
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