Improntas a dos voces

Trabajando en nuevos proyectos:
"Rimas restadas"
"A rima de tweet"
"Bitácora de un superviviente"
"El rubor en mis pupilas"
"Entre dos aguas"
"Tres palabras"
"Versos depurados"
"Al este del moncayo"
"Al otro lado del abismo"
"Desmemoria de un confinamiento"
"Diálogos de la afonía"
"El insomnio del silencio"
"Eso que algunos llaman amistad"
"Levedad ausente de tweets"
"Micro-rimas en prosa"
"En la caída 2.0"
"Relatos sin dueño"
"Es tiempo de mojarse"
"Vérsame en los labios"

"Tan solo cierro los ojos
para no renunciar a contemplarte"

Fran Picón
"Pellem (In deversorium sensuum)".

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lunes, 2 de enero de 2017

NO SE MURIÓ EL AMOR

No se murió el amor,
cantaba una voz de hombre
en la frecuencia modulada de la distancia;
quizá nunca muere
y tan solo se adormece entre los dedos
o, tal vez, el amor es esa utopía
que se escribe en los viejos libros llenos de polvo.
Cantaba una voz de mujer
que el amor se murió de tanto usarlo,
puede ser que se desgaste en cada palabra pronunciada
o, quizá, el roce de una piel sea una caja de Pandora
y abra la puerta a los miedos más irracionales.
No se murió el amor,
quizá el amor nunca muere,
posiblemente sea un poeta el que agoniza
en cada verso del poema
y se detenga un corazón en su lectura.

Lo más probable es que el amor sea utopía.

"Poemas de la espera"
Fran Picón
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