Ahora
es uno de esos instantes en los que recuerdo
pequeñas cosas que pensé olvidadas,
momentos que perdimos en el salón del tiempo,
voces que silenciaron miedos,
silencios que gritaron canciones sin nombre
y nombres de suspiros, suspiros de hombres
ahora
que comparto con mi sombra el sofá de mi memoria
me asombro de pensar cuantas batallas perdidas
tuvieron lugar en los campos del destino,
caricias que buscaban un cuerpo,
abrazos al aire fallidos de sueños
y sueños que se cumplieron ... y fantasías incumplidas
ahora
cuando un segundo es eterno y ayer una palabra
escrita con letras que son jirones de piel,
rasguños en la estima, heridas en la penumbra,
un postre de salivas y miel,
dulces que son amarguras del paladar,
sabores que son caricias, caricias que saben a mar
ahora
que sé que no es tarde, que sé que no es pronto,
busco en los bolsillos de las prisas
un rincón para esconder lo que tengo,
pues el fantasma de perderlo me asusta
si las tinieblas del fracaso se encienden
cuando las alarmas de la pena me mienten
ahora
es uno de esos instantes en los que recuerdo
las miradas que tus ojos me brindan,
la fuerza de tu aliento, el calor de tu regazo,
y, abrazado a mi sombra, recostado en el sofá
tarareo con gusto el tango de tu nombre,
nombre que, al pronunciarlo mi boca, me convierte en hombre.
De "Esencia de un amor"
Francisco J. Picón
Todos los derechos reservados en el Registro de la Propiedad Intelectual
No encuentro las palabras adecuadas, para describir el sentimiento que ha producido en mí esta poesía. Ese reflejo de miedos, los miedos que nos persiguen, el temor a la perdida de esa isla a la que nos aferramos. Hay tanta vida y fuerza en estas letras.
ResponderEliminarFrases que imagino recitadas, y, aunque escritas llegan al alma… que sería recitadas.
Un abrazo Poeta.
Gracias, María, como siempre tremendamente amable conmigo. Has percibido lo que el poema decía entre líneas, lo has hecho tuyo tal como yo lo pensé... eso es un lujazo para un aprendiz de poeta. Besos!
ResponderEliminarMiedo, soledad, adioses que duelen muy dentro y saber que no existe isla a la que aferrarse porque la isla soy yo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cada uno somos una isla que se apoya en otras islas, pero que debe tener linea de flotación propia para no hundirse ni arrastrar a sus apoyos al fondo...
ResponderEliminarBesos, Covi
Un torbellino de sentimientos, tan sentidos!
ResponderEliminarperfecto! tus versos hacen soñar! maravilloso!
Gracias, Mery, un orgullo tu visita y tus palabras para mí!
ResponderEliminar