Grité una
noche
esperando
réplicas
en el
silencio
lóbrego
de la duermevela
y me
respondió
el sueño
del colapso
del
tiempo
que se
desvanece
cada
amanecida
Una
intrascendente
resaca de
almohada
y sábanas
con
arrugas de vigilias
aturdía
mi mirada
perpleja
Grité esa
noche
un
lamento de furia
enquistada
de
rutinas y sinsabores
y el eco
de la indolencia
ensordeció
mi orgullo
Esa
alborada
huí de la
rebeldía
de mi
mocedad
para
amarrar mi temple
en la
decrépita
costumbre
de la lucidez
Y mi
grito se sofoca con la brisa de la edad
De "Alambique de Vestigios". Editorial Quadrivium
Francisco J. Picón
Todos los derechos reservados en el Registro de la Propiedad Intelectual.
Es un camino que se va logrando con los años, y hay noches en que tenemos esa lucidez de libertad... Un abrazo, tocayo
ResponderEliminarUn abrazo, Francisco, como siempre, un lujo tenerte por aquí.
ResponderEliminarLos paisajes nocturnos se prestan a gritso como este. Un abrazo!
ResponderEliminarFran sigue gritando y expresándolo tan magnificamente, pero que no te apresen los gritos de la soledad.
ResponderEliminarAna.-
Un abrazo, Marcos, gracias por visitarme y por tus palabras, amigo!
ResponderEliminarEn ello estoy, Ana, en no dejarme apresar, gracias por tu visita y tus palabras. Besos
ResponderEliminarLa fuerza del grito de la juventud se alimenta del impetú propio de la edad, es como un rayo en mitad de la tormenta, poderoso pero efímero...
ResponderEliminarLa fuerza del grito de la madurez se nutre de la experiencia que sólo dan los años, es como la lluvia, quizá tarda en llegar, pero nada escapa baja el aguacero que todo lo empapa.
Tu fuerza es tu palabra, tu palabra es de fuerza poeta.
Abrazos Fran.
Gracias, acróbata, espero que esa fuerza me acompañe siempre. Un abrazo enorme.
ResponderEliminarLuego, tras el grito,queda atrás todo lo que lo provoca y es hora de poner la voz a otro tiempo que llega, con más arrugas y canas, cierto, pero no por ello menos intenso, porque el pensamiento no puede tomar asiento, el pensamiento es estar siempre de paso....Bs y muy feliz Sábado!
ResponderEliminarEse poema, Laura, es el cierre de Alambique, y como en todo alambique, al final, se recogen los posos, este poema son esos posos en forma de grito en la noche...
ResponderEliminarBesos, gracias por tus palabras y tu visita!
Precioso poema Fran, nunca abandones esa rebeldía eso es lo que nos hace continuar.
ResponderEliminarUn beso
Un beso enorme, Ana, gracias por tus palabras, seguiremos siendo rebeldes siempre!
ResponderEliminarUn placer volver por aquí... acabo de escuchar tu grito, me encanto.
ResponderEliminarSaludos ;)
Siempre es un placer recibirte por aquí,Teyalmendras, un saludo! Gracias por tus palabras.
ResponderEliminar"grité esa noche un lamento de furia enquistada" .... suena muy bien.
ResponderEliminarGracias, David, un placer recibirte por aquí!
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