arropada con sábanas de brisa de mar,
respirando las olas de la madrugada,
acompasando el tambor de sus latidos
con los bostezos serenos del Sol
que vigilaba, entre sueños, a la Luna.
Un ladrón de besos disfrazado de estrella
bailaba un tango con la comisura de sus labios
mientras un reflejo se escondía en el cauce de su pecho
buscando, en un rincón de su vientre, la albada
donde dibujar de amaneceres los suspiros
que, al abrir sus ojos, colorean su mirada.
Despiertan mis sentidos con su sonrisa
y galopan desbocadas mis manos por su cuerpo,
cada poro de mi piel se estremece entre sus dedos,
mi saliva se evapora por los rincones de su boca
tras compartir mis desvelos con su sueño
mientras se abraza a mi cuerpo como cada mañana.
De "Con la vida a cuestas. Nuevas Cuestas"
Francisco J. Picón
Todos los derechos reservados en el Registro de la Propiedad Intelectual
Y es ahora. Encuentras esa piel… que le escribes versos....
ResponderEliminarQue grite labios que le escriban besos...
Maravilloso Poeta, te aplaudo.
Gracias, María, un beso enorme!
ResponderEliminarHermoso amanecer, ningún rocío equiparará jamás la belleza de la saliva que despierta en el amor. Un poema magnífico, Poeta!! Besos!
ResponderEliminarGracias, Celsa, viniendo de una gran poeta es un orgullo... besos!
ResponderEliminarMis sentidos despiertan con cada palabra. Que belleza!!! Poeta te admiro!
ResponderEliminarGracias, Mery, es un orgullo para mí tu visita y tus palabras, un beso!
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