Se secaba la lágrima
impertinente en la mejilla
sin brillo,
en sus alas
una herida de impotencia
y en la ciudad
de los niños perdidos,
un reloj...
el hada confusa
del principado del misterio,
lloraba
y un deshielo
desbocado de ignorancia,
sin pausa,
hundía en el mar
de las cosas reales
la ilusión,
el niño perdido
no quiere que le encuentren,
mientras busca su sombra,
y en el rincón
de Nunca Jamás
(al que las personas
razonables
llaman Atlántida)
en ese humilde
rincón de la sonrisa,
una nube,
en forma de garfio,
busca un guante
que la proteja
de los dedos...
y, tras ser negada
tres veces por mirada,
el hada,
que sigue llorando,
pierde sus alas
en el naufragio
de los sueños...
y las mentiras piadosas
florecen
en la primavera
estable de la vida...
De "Sentimientos de un extraño"
Francisco J. Picón Caro
Todos los derechos reservados en el Registro de la Propiedad Intelectual
Cuando la inocencia se pierde, cuando los sueños se rompen, solo queda llorar...
ResponderEliminarNo la perdamos entonces, un placer recibirte por mi mundo poético...
ResponderEliminarEn los sueños es donde buscamos siempre ese consuelo, son el pañuelo del llanto y el refugio donde esnondernos para no perder la ilusión...Bonito poema. Felicidades!!!
ResponderEliminarUn cálido abrazo
Totalmente de acuerdo, Pili, gracias por tus palabras, un abrazo!
ResponderEliminarHOLA FRAN!!! BENDICIONES...ES UN PLACER PARA MI SEGUIRTE.
ResponderEliminarTE INVITO A MI BLOG:
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Un beso, Jackie, un placer recibirte por aquí
ResponderEliminarEntre fantasías, la realidad.
ResponderEliminarQué lugares tan ansiados, el rincón de la sonrisa y la primavera estable de la vida.
Entre tristezas, la esperanza.
Buen trabajo amigo Fran, te felicito y os mando un abrazo desde el sur
Gracias, enletrasarte, un abrazo fuerte, un placer tenerte por aquí!
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