Olía el perfume de sus besos.
Aquella mañana
dibujé media sonrisa
en una piel somnolienta
y vacía de insomnios
en una piel somnolienta
y vacía de insomnios
amanecieron recuerdos
en la memoria de un olvido
condensado de ausencias
en la memoria de un olvido
condensado de ausencias
el sudor de la rutina
se hizo arruga en una almohada
desaliñada de silencios.
se hizo arruga en una almohada
desaliñada de silencios.
Olía el perfume de su pecho.
Aquella tarde
vomité rescoldos de miedo
en las tinieblas imprecisas
de los sueños
en las tinieblas imprecisas
de los sueños
hubo estampida de mentiras
entre las sábanas indecentes
del hastío
entre las sábanas indecentes
del hastío
derramé lágrimas de lodo
en las pupilas de un destino
encanecido de esperas.
en las pupilas de un destino
encanecido de esperas.
Olía el perfume de su pelo
Aquella noche
se apagó la última estrella
del firmamento de tus caderas
dónde hibernaba el deseo
del firmamento de tus caderas
dónde hibernaba el deseo
pintaste tus labios
con el humo de ese destierro
que es el hueco que me nombra
con el humo de ese destierro
que es el hueco que me nombra
sangró mi garganta
borbotones de afonía
en las arterias del recuerdo.
borbotones de afonía
en las arterias del recuerdo.
…aquella madrugada olía a perfume de derrota.
"En la caída 2.0"
Fran Picón
Todos los derechos reservados.
La vida es un cúmulo de ascensos y caídas...
ResponderEliminarÁnimo. Todo volverá a su ser cuando menos lo esperes.
Un beso.
Gracias por tus palabras, Lucía. La vida es ahora, ayer es un recuerdo y mañana una palabra aún por escribir. Un beso.
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