Una
copa de champán
erupciona
burbujas
de
indiferente alcohol
entre
los labios de la resaca
y
la costumbre
Un
tenue seísmo
amanece
entre los dedos
de
la indigente
somnolencia
del fracaso
redundado
Un
aliento afónico
regurgita
sabores de ayer
en
el paladar enlutado
de
un cielo desvanecido
y
harapiento
Un
hombre solitario
mira
el reflejo inexistente
al
otro lado del espejo
y
no comprende
quién
le robó su mirada
Ya
no hay burbujas,
sólo
cristales rotos
y
un aroma a alcohol
en
la pituitaria
de
la insensible rutina
y una copa vacía
sobrevive
en la memoria
De "Alambique de vestigios"
Editorial Quadrivium
Francisco J. Picón
Te ha robado la miada otros ojos que te ha,...o, te quiere,no estás solitario vives con un gran amor en tu pecho, la copa ha de llenarse y tu memoria la vivirá, todo tiene su tiempo, las prisas nunca son buenas beso enorme poeta te quiero amigo.
ResponderEliminarGracias, Kika, un beso muy grande!
Eliminarel ayer, cuánta nostalgia Fran, cuánta
ResponderEliminarsaludos
EliminarSaludos, Omar, gracias por tus palabras!
Un cálido abrazo Fran...
ResponderEliminarGracias, Aris, un beso
EliminarCautiva el final de esos siete últmos versos, amigo Fran. Abrazos.
ResponderEliminarGracias, Marcos, un abrazo inmenso.
EliminarEsa "copa" llena de "champán" es para mí como un símbolo del "pensamiento anestesiado" que no desea ahondar en el sufrimiento de un amor perdido.
ResponderEliminarAbrazos y feliz día, Fran
Fina
Algo de eso pretendía contar, Fina, gracias por tu visita y tus palabras. Un abrazo
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