Solemne
en su pedestal
de arrugas,
angostado y
ajado,
semiderruído el
orgullo
encriptado y
ufano
en el atardecer
de su edad,
indemne
a la insolencia
del miedo
impaciente
por nacer cada
mañana,
despistado e
inquieto,
desvestido de
heridas
sabio e
inocente
entre sudores
de envidia,
desvencijada la
angustia,
huracanado el
aliento
suburbano y
rural,
receloso de la
sílaba ausente,
desubicado
indígena
de la patria
del olvido
anciano,
fatigado
calendario
de fracasos y
omisiones,
exhumada su
suerte.
Desafiante,
su mirada
perdida
hacia el surco
del silencio,
permanece
solemne
"En la caída 2.0"
Fran Picón
Todos los derechos reservados.
Un placer llegar hasta aquí y recorrer tus letras. Me quedo. Saludos.
ResponderEliminar¡Gracias por tus palabras, Ani! El placer es mío por recibirte y, más aún, si te quedas. Un abrazo.
ResponderEliminar