A su paso
los cimientos de la eterna
imprecisión
cercheaban sus temores.
En las arrugas
de su malherida piel
ondeaban
banderas de derrota.
Una lágrima
de incipiente honestidad
hidrataba
las ojeras del fracaso.
En el dorso
de su orgullo
tatuaba
el recuerdo de su sombra.
Y en sus hombros
descansaba el peso de la ausente
conmoción
de caminar sin destino.
"En la caída 2.0"
Fran Picón
Todos los derechos reservados.
Un poema muy sentido. Abrazos Fran.
ResponderEliminar¡Gracias, Ani! Un abrazo grande.
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