Intento
abarcarte
y
te me escapas,
como
un pez
de
incertidumbre y escamas,
de
entre las manos
El
silente rubor
que
incendia mis mejillas
ilumina
mi desconcierto
con
acentos de insolencia
y
conformismo
Me
destierro a la opacidad
de
mis indecisiones,
mientras
tu aleteo
perenne
abandona
los
cauces
de
mi convencimiento
A
lo lejos
distingo
la huella
de
tu sombra
y
una lágrima
de
impotente furia
se
asienta en mi piel
pese
a todo
yo
sigo
en
el intento de abarcarte
con
unas manos
que
enviudan de abrazos
y
encallecen
de
caricias malgastadas…
De "Alambique de vestigios"
Editorial Quadrivium
Francisco J. Picón
Todos los derechos reservados en el Registro de la Propiedad Intelectual
"unas manos
ResponderEliminarque enviudan de abrazos
y encallecen
de caricias malgastadas…"
Un final con mucha fuerza, amigo Fran.
Abrazos poeta.
Gracias, poeta, amigo Marcos, un fuerte abrazo!
EliminarTu lo has dicho poeta, la vida es como un pez,
ResponderEliminarnunca sabes su color hasta que lo tienes en tus manos,
ni aún así, en un aleteo te abandona, quedas
impotente con las manos vacías, como río solitario, sin agua en su cauce, he ahí tu desconcierto.
Cambias el rumbo de tu vida, pese a todo, sigues querer tenerla en tus manos,
que han perdido los abrazos, y se han endurecido en
otras vidas. Precioso Poema, besos, poeta.
Gracias, Kika, un beso grande.
EliminarBuen poema.
ResponderEliminarUn saludo, Fran.
Gracias, Kenit, un abrazo
Eliminar...y una lágrima
ResponderEliminarde impotente furia
se asienta en mi piel...
y a pesar de ello quieres seguir abarcándole el alma, con la dureza q dan esas manos
viudas de abrazos y encallecidas de tanto querer abrazar y no llegar.
Me alegra q la furia no te nuble la mirada ni el deseo de continuar tras la huella q va dejando tras de sí la sombra, q puede volverse luz e iluminar tu camino.
Te sonrío con el Alma.
Gracias por tu visita y por tus palabras, yo también te sonrío con el alma!
Eliminar