Una
mirada,
retraída
y franca,
alumbra
la estancia
vestida
de perfiles
sin
alientos
En
la sonrisa
se
esconde la ceniza
de
la nostalgia,
asentada
en las arrugas
de
la soledad.
Una
caricia,
desprovista
de piel,
bosteza
en el chaflán
del
olvido y la huida,
mientras
aguarda
una
yema del meñique
del
destino
En
los labios,
agrietados
de miedos
y
desencantos,
anida
un beso
viudo
de lengua
y
deseo…
La
mirada
sucumbe
a manos
de
la autoridad
del
sueño,
y
la estancia
anochece
en silencio
En "Alambique de vestigios"
Editorial Quadrivium
Francisco J. Picón
Todos los derechos reservados en el Registro de la Propiedad Intelectual
Precioso poema
ResponderEliminar....
En la sonrisa
se esconde la ceniza
de la nostalgia,
asentada en las arrugas
de la soledad
------------Hermosos versos, cuantas verdades encierran en ellos.
Tienes el don en tus manos llevando la pluma.
Beso y un te quiero poeta.kika
Gracias, Kika, un beso muy grande
EliminarBueno creo que ya te dije que me encantaba este poema, en tu presentación en Madrid recuerdo que lo leíste, la importancia de la mirada siempre.
ResponderEliminarUn beso grande Fran
Gracias, Ana, a ver si volvemos a vernos pronto. Un beso grande!
EliminarMelancólico... pero .. precioso... Me ha encantado...
ResponderEliminarUn cálido abrazo
Gracias, aris, un abrazo!
EliminarHermosos versos.Eres un gigante de las letras siempre me hace feliz leerte ,aunque sea melancólico.......gracias poeta
ResponderEliminarUna mirada vale más que mil palabras.
ResponderEliminarSiempre un lujo tus letras.
¡Besos, poeta!
Qué de inasequible tendrá el sueño, que hasta una mirada, esa, sucumbe!
ResponderEliminarMiradas, miradas, miradas, solo las únicas, Fran
(qué bien lo dices!)
Besos abrazos
Gracias, Pilar, siempre las miradas, besos y abrazos, gracias por tus palabras
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