SUSPIRO
LA ESTELA DE TU NOMBRE
con la suave brisa de un beso,
mientras,
entre las cicatrices del ayer
emerge un sabor en mi memoria.
Se perfila mi sonrisa entre tus labios
ciñendo la comisura de mi lengua
y un anhelo,
es, entonces, cuando retoña en mí
el hombre que había muerto
entre las prisas.
Amanece en mis pupilas el brillo de tus ojos
a caballo de los párpados del deseo
y la ternura,
me abrazo a la frontera de tu vientre
inhalando el aliento de tu cuerpo
junto al aura candente que te nombra.
Ya no hay miedo en el confín de mi locura…
Inédito
Francisco J. Picón
Todos los derechos reservados en el Registro de la Propiedad Intelectual
Tus letras siempre tan llenas de significado...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Fran.
Un abrazo, acróbata. Gracias por tus palabras.
ResponderEliminarsensual y esperanzador.....me encanta!!!!
ResponderEliminarGracias, Rhut! Un placer recibirte por aqui
ResponderEliminarMaravilloso! Disfruto leyendo tus versos, cada día más, y cada vez mas sorprendida... Gracias Fran por compartir tus versos!
ResponderEliminarGracias a ti, Anabel, un beso enorme!
ResponderEliminarYa sabia que eras un gran escritor, pero cuanto más te leo más me gustan tus palabras.
ResponderEliminarUn abrazo
Pilar
Gracias, Mª Pilar, un abrazo enorme!
ResponderEliminarsiempre es bueno llegar por acá
ResponderEliminarsaludos
Siempre es bueno recibirte por acá, Omar, un saludo
ResponderEliminarEl miedo se pierde cuando el cuerpo que deseas te responde...
ResponderEliminarBello
Besos
Gracias, Leni, un beso!
ResponderEliminarSiempre aprendiendo contigo...que no cese, maestro, que no cese.
EliminarUn abrazo múltiple de este humilde poeta
Aprendemos mutuamente, querido Raül, un abrazo inmenso.
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