LA POESIA COMO ESENCIA DESTILADA
Alambique de vestigios de Francisco Picón
Alambique de vestigios de Francisco Picón
Feliz y
significativo hallazgo el título de ALAMBIQUE DE VESTIGIOS. Concebir la poesía
como un alambique que destila en concentradas esencias, experiencias, vitales y
sentimientos acumulados a lo largo de la vida, esos “vestigios” que sobreviven
mientras otros desaparecen en la niebla del olvido, es todo un proyecto de
poética personal que Francisco Picón desarrolla con pasión y empeño. La lectura
de este poemario a partir de un soliloquio que recoge “briznas de
escoria” y le confirma desencuentros, amores desairados e intensos momentos
donde la saliva (esas “gotas de rocío”), es eficaz lubricante que desencadena
efímeros encuentros eróticos, lo prueba y hace.
Picón nos zarandea: ora nos eleva a las cumbres de un amor logrado y entusiasta, como nos hunde en el desencanto o nos anuncia una “cantata de retirada” en las “destiladas sonrisas en el chaflán del tiempo”. Pese a ese desconcertante zarandeo de emociones, sabe que “siempre/ existe un camino,/ no lo dejes/ al azar” y que en muchos pequeños gestos cotidianos (una taza de café, una ducha matutina) se esconde el secreto de la supervivencia, esa frágil tela de araña tejida sobre el abismo de la existencia. En esa oscilación entre la alegría y la tristeza que bordea la depresión, el poeta escudriña buscando “la huella del hombre que soy”. En los besos “viudos de lengua”, en el espejo que asegura “intimidad”, en la distancia, ese “puñal clavado” en la memoria, en los “rincones del hastío” se busca en logradas imágenes y metáforas con que destila los “vestigios” en el “alambique” de su poesía. Si al cabo no se encontrara a sí mismo, no importaría: en el camino de esa búsqueda el poeta ha logrado un excelente libro, lo que —en definitiva— es lo que importa.
Picón nos zarandea: ora nos eleva a las cumbres de un amor logrado y entusiasta, como nos hunde en el desencanto o nos anuncia una “cantata de retirada” en las “destiladas sonrisas en el chaflán del tiempo”. Pese a ese desconcertante zarandeo de emociones, sabe que “siempre/ existe un camino,/ no lo dejes/ al azar” y que en muchos pequeños gestos cotidianos (una taza de café, una ducha matutina) se esconde el secreto de la supervivencia, esa frágil tela de araña tejida sobre el abismo de la existencia. En esa oscilación entre la alegría y la tristeza que bordea la depresión, el poeta escudriña buscando “la huella del hombre que soy”. En los besos “viudos de lengua”, en el espejo que asegura “intimidad”, en la distancia, ese “puñal clavado” en la memoria, en los “rincones del hastío” se busca en logradas imágenes y metáforas con que destila los “vestigios” en el “alambique” de su poesía. Si al cabo no se encontrara a sí mismo, no importaría: en el camino de esa búsqueda el poeta ha logrado un excelente libro, lo que —en definitiva— es lo que importa.
Fernando Aínsa, Escritor y crítico
(Zaragoza, octubre 2011)
ENHORABUENA, A Fernando por haber tenido el placer de llegar a ti y poder no sólo descubrirte sino también leerte; y enhorabuena a ti, Fran, por estar en tan grandes manos.
ResponderEliminarPRECIOSA RESEÑA.
Besos.
Gracias, Mayte!
ResponderEliminarEn tanto yo, desde aquí, lejos al sur, coincido totalmente con el crítico Aínsa.
ResponderEliminarPuesto que no es una cuestión optica (desde donde se mire), es una cuestión de Poesía...de buena Poesía.
saludos
Gran reseña poética al hombre y a su poesía.Pone palabras a nuestros pensamientos con metáforas y "trozos" de versos arrancados del Alambique, no sólo de experiencias sino de piel, sudor y lágrimas paridos desde tu interior...
ResponderEliminarMe deja una sonrisa en los labios con sabor dulce y en los ojos la alegría del reconocimiento hacia la gran persona y al poeta con el que compartimos vida y poesía. Te queremos.
Gracias, Omar, un orgullo tus palabras
ResponderEliminarSueño de realidad tú sabes mejor que nadie como nace y crece ese Alambique de vestigios. Te quiero
ResponderEliminarMi enhorabuena, Fran, por esta excelente reseña. Y enhorabuena también a Fernando por saber transmitir lo que nos hace sentir la lectura de este alambique. Un abrazo!
ResponderEliminarGracias, Marcos, poeta, amigo, un abrazo enorme!
ResponderEliminary yo doy fé de ello fran.... me tiene enganchada y me gusta leerte un poco antes de dormir.... en el fondo es la esencia del vivir....
ResponderEliminarGracias, Miryam... me alegra mucho que te guste!
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