En el jardín de la
casa del pasado por venir
las margaritas no se
deshojan con las ansias de un amor,
los aromas a
canciones de otra época se entonan en silencio,
la brisa del último
viaje a la pasión olvidada apaga el temor,
el sonido de la
nostalgia rebota en el eco de un desprecio
y las nubes se
pierden en el océano de los sueños por cumplir.
En la casa de la
habitación de la aventura por contar
los rincones se
entumecen con los bostezos de un delirio,
los muebles de la
mudanza de otros dueños se apolillan entre esperas,
los suspiros de la
fiesta de la cárcel de los sentidos piden auxilio,
las luces amarillas
pueblan las miradas perdidas en las aceras
y el polvo cubre el
desván de los recuerdos por olvidar
En la habitación de las
sombras de la pasión por sentir
las sábanas no se
arrugan con el fuego del aliento roto de un corazón,
las paredes esconden
los secretos de las mentiras sinceras,
las cortinas abrigan
el espasmo despiadado del sabor de la razón,
la almohada derrite
los deseos ardientes del baile de unas caderas
y por las ventanas
huye el destino de una vida por vivir.
En la sombra de unos
cuerpos aburridos de jugar
las manos buscan
lazos de locura que desnuden el cansancio,
los ojos miran al
fondo del callejón de la oscura rutina,
los labios navegan en
los besos de un cuento con sabor a rancio.
el pecho alberga el
aire de los vientos silbados entre albores de cantina
y las piernas se
alejan del jardín prohibido con las ganas de volar.
De "Esencia de un amor"
Francisco J. Picón
Todos los derechos reservados en el Registro de la Propiedad Intelectual
Vuela y vive.
ResponderEliminarBesos, Beatriz... es un poema de hace diez años pero hoy se me hizo patente.
ResponderEliminarLa eterna insatisfacción que se niega a resignarse en el spleen de los días que se parecen todos los unos a los otros, a la búsqueda perpetua de ese algo más que existe, pero poc@s luchan por encontrar...conozco la canción de la calle melancolía y cuando quise mudarme había salido el tranvía.Sigo silbando la melodía en la escalera....Bs de hace diez años para los diez siguientes.
ResponderEliminarGracias, Laura, hay muchas calles melancolías, pero también muchos jardines prohibidos, la vida es una dicotomía continua. Un beso grande
ResponderEliminarY sólo hay una vida que nos pertenece para elegir cómo vivirla, optando por el camino determinado entre las entrecrucijadas y olvidando el resto, sabiendo lo que se quiere y pagando el peaje que toda elección conlleva.Muacks!
ResponderEliminarQué estupendo poema, Fran! Me ha encantado ese verso de los aromas de canciones de otra época. un abrazo!
ResponderEliminarGracias, Marcos, poeta, un abrazo enorme!
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