En
su piel
hibernan
los inciensos
de
mis caricias
en
cada poro
de
su talle
un
sueño
en
cada brote
de
sus sentidos
un
cogollo
de
mis roces
en
su mirada
residen
mis ojos
agazapados
en su pupila
en
su pituitaria
el
sabor de mis abrazos
en
sus dedos
la
estela de mis besos
en
su corazón
una
estría de ternura,
una
sutura de cariño
y
borbotones
de
su existencia
en
mis venas.
"Alambique de vestigios"
Editorial Quadrivium
Fran Picón
Pero que poema más bonito de principio a fin Fran.
ResponderEliminarMe quedo con esos últimos versos.
Un fuerte abrazo cariñoso.
¡Gracias, Ani! Otro abrazo igual de fuerte y cariñoso de vuelta.
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