En
la radio sonaba aquella triste canción de amor; en los cristales el vaho
dibujaba siluetas sin dueño y, en el teléfono, al otro lado de ningún sitio, la
tiranía de un pitido sin medida disfrazaba la soledad de ausente compañía...
Una excusa endulza el sabor de la derrota.
Una excusa endulza el sabor de la derrota.
De "Rimas restadas"
Francisco J. Picón
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Hay derrotas elegidas, otras damos todo por no tenerlas, no es suficiente para seguir en pie, no hay razones. Y duele. Preciosas y triste palabras, besos Fran.
ResponderEliminarGracias, Kika, un beso grande!
EliminarMe gusta. Sabor bohemio, nocturno y oscuro. Abrazos
ResponderEliminarLa Bohemia y la Poesía suelen ir de la mano, querido amigo Marcos; gracias por tu visita y tus palabras. Un abrazo
EliminarMe gusta la estructura y el ritmo de tu poesía.
ResponderEliminarSaludos
Gracias, Pablo Fernando, un fuerte abrazo!
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