En
su piel
hibernan
los inciensos
de
mis caricias
en
cada poro
de
su talle
un
sueño
en
cada brote
de
sus sentidos
un
cogollo
de
mis roces
en
su mirada
residen
mis ojos
agazapados
en su pupila
en
su pituitaria
el
sabor de mis abrazos
en
sus dedos
la
estela de mis besos
en
su corazón
una
estría de ternura,
una
sutura de cariño
y
borbotones
de
su existencia
en
mis venas
En "Alambique de vestigios"
Editorial Quadrivium
Francisco J. Picón
Todos los derechos reservados en el Registro de la Propiedad Intelectual.
Una de mis preferidas...qué gran homenaje!!
ResponderEliminarUn beso POETA!!
Gracias, Sensaciones, un beso!
EliminarCon esos ojos llenos de luz,dejó en ti ,las ganas de soñar con algo más.Eso percibo yo. Bellisimo tu poema Fran ,siempre encuentro en ellos un fondo nostálgico tan atractivo.Tu lectora incondicional. Un gran abrazo.
ResponderEliminarUn beso, Lidia, me encanta tenerte por aquí. Un beso grande.
EliminarEste poema de amor este sembrado con semillas de nostálgicos recuerdos que el pensamiento sigue alimentando. Belleza en tus versos, amigo Fran.
ResponderEliminarUN abrazo en este sábado otoñal.
FINA
Gracias por tus palabras y por tu visita, Fina. Un abrazo.
EliminarTus palabras son conquistas al oido y los sentidos...
ResponderEliminarUn placer visitarte
Saludos almendrados ;)
El placer es mío al recibirte, gracias Teyalmendras. Saludos.
EliminarQué mejor lugar para "guardarnos" que un cuerpo amado... maravilloso Fran.
ResponderEliminarGracias, Magda, un beso enorme!
EliminarUn poema de entrega, da igual no recibir nada a cambio, en cada poro un verso, una vida.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho Fran un beso
Gracias, Ana, un besazo!
EliminarCuando la llama arde
ResponderEliminartodo resplandece
Bellísimo
Abrazos
Gracias, Leni! Abrazos
EliminarToda una declaración apasionada. Cuando esa persona se convierte en algo tan vital como perfectamente transmites en este poema. Estupendo, Fran. Un abrazo, amigo.
ResponderEliminarUn abrazo inmenso, querido amigo, Marcos!
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