En la sombra,
escondido de la
miseria
entre las arrugas del
frío
Hastiado de bocanadas
de intemperie
y abrazos de silencio
Agarrotado cada
músculo,
contracturada la
estima
y con esguince en el
orgullo
Sabor a soledad,
en la pituitaria del
olvido
un nido de aromas a
derrota
Aliento desnudo,
escamas a flor de
piel
y heridas en la
memoria
En su mirada
un reflejo apagado,
robado al espejo del
adiós
Y en su ajada sonrisa
un rictus de agonía y
muerte
a modo de despedida
De "Con la vida a cuestas"
Editorial Quadrivium
Francisco J. Picón
Todos los derechos reservados
Fran la prueba más clara de la sabiduría es la serenidad constante ,y eso encuentro yo en tu Obra .Tanto en la tristeza como en la alegría .Gracias por darnos tanto placer abrazo Poeta.
ResponderEliminarGracias a ti, Lidia! Un beso!
EliminarSoledad, frío y pobreza, justo lo que nadie quiere ver.
ResponderEliminarMuy bueno, un abrazo.
Gracias, jonhancome! Un abrazo
EliminarLas algunas despedidas uno deja parte de su vida, pues sabemos que es un camino sin retorno y las heridas de la memoria son las más difíciles de curar.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho Fran, un beso
Gracias, Ana, un beso grande!
EliminarQuería decir "En algunas despedidas" que sin sentido ha sido este comentario jeje
ResponderEliminarNada tuyo es un sin sentido!
EliminarDesde una Barcelona que aún tiene gaviotas, algunas con acento maño, un puñado de sal y arena para ese vuelo. Fran, un placer reencontrarte y saberte tan vivo. Anna Satué, "Buhita", desde siempre, con sincero cariño y admiración.
ResponderEliminarUn placer saber de ti de nuevo, Anna, un beso grande!
EliminarUn rictus de despedida...muy fría, sin duda. un abrazo Fran.
ResponderEliminarUn abrazo, Marcos
Eliminar