No guardes ni un
detalle de mí,
esconde en tu regazo
un hálito de misterio
junto a las sombras
que decoran tu sueño
recuerda que nunca
supiste quien fui
y olvida el sabor del
hueco que me nombra
en las papilas del
sentido de la ausencia
borra los surcos de
mis dedos en tu piel
con la tinta de las
llagas del silencio
en el diario más
intimo de tu cuerpo
esconde las cenizas y
rescoldos de mi ser
en el baúl
descorchado del tiempo
entre los jirones del
orgullo y del miedo
Más no guardes ni un
instante de mí,
sacude el polvo de
mis caricias y de mis besos
y vuela solitaria en
busca de nuevos sueños
pero, sobre todo,
recuerda que nunca supiste quien fui…
Del poemario "Con la vida a cuestas"
Editorial Quadrivium
Francisco J. Picón
Todos los derechos reservados en el Registro de la Propiedad Intelectual
Una tierna despedida de la que rescato:
ResponderEliminar"esconde las cenizas y rescoldos de mi ser
en el baúl descorchado del tiempo
entre los jirones del orgullo y del miedo" me han tocado el alma.
Muy bueno, como siempre!!!
Cariños....
Gracias, Oriana, un beso!
EliminarMuy buen final, Fran. Un fuerte abrazo amigo.
ResponderEliminarGracias, Marcos, un abrazo inmenso!
EliminarEs posible que en una relación nunca termines de conocer a la persona amada.Pero una vez rotos los lazos, es imposible deshacerse de los recuerdos.
ResponderEliminarHablo de las secuelas, de los "tatuajes que el día a día nos deja en la superficie porque nunca calaron de verdad. Un saludo, Lamia
EliminarSi después de amar tanto ,lo único que le quedo al otro son estos sentimientos debe ser tremendamente triste,el poema es hermoso ,pero las secuelas terribles besos Fran.
ResponderEliminarAsí es Lidia, un beso, Lidia
EliminarLa recomendación es perfecta y pertinente, ahora... "sólo" falta el 'know how'... ;)
ResponderEliminarNo es sólo saber como, si no que con cada persona, en cada caso es un know how distinto
Eliminartan superficial y tan profundo a la misma vez...tatuajes en la piel que al no calar, duelen...así como tus versos intensos traspasan pieles sin dolor
ResponderEliminarme gustó leerte!
Un beso!
Gracias, Sensaciones, un placer recibirte por aqui!
EliminarEn mi memoria suceden incesantes.
ResponderEliminarUn saludo
EliminarEsas cicatrices de las que hablas, esas que no dejan huella, que no duelen, ni tan siquiera es necesario recordar que existieron, porque el pensamiento es tan sabio que atesora su propio rincón donde oculta todo aquello sentenciado al olvido.
ResponderEliminarComo siempre, es un placer leer tus poemas, Fran.
Un abrazo
FINA
Gracias, Fina, el placer siempre es mío por tu visita y tus palabras
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