LAS LÁGRIMAS hienden mi entereza,
me lastima el emboque de lo incierto
cuando se hace evidencia en tu boca,
la noche destella con un sol hiriente
en los aledaños de mi destierro,
y en tu mirada agoniza la mía
camino del mutismo.
De "Instantáneas entre penumbras"
Francisco J. Picón
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Dicen que un recién nacido, antes de ver la luz, para por el peor momento de su vida, el camino más estrecho y traumático, sin saber exactamente a dónde va a salir.
ResponderEliminarLos adultos sabemos a dónde va, pero él bebé, recorre un lugar donde deja de existir el agua donde flotaba, donde desaparece el calor que le acogía, y se enfrenta un cambio con gran valentía.
Después de eso, comienza su vida...
Así son muchas lágrimas, consecuencias de caminos angostos, que lo que hacen, es obligarnos a afrontar situaciones con valentía para dirigirnos hacia la luz, hacia el renacimiento...
Perdón que el comentario sea más largo que tu poema, pero es que me motivó leerte...
Un beso, poeta!
No pidas perdón, Mayte, mi blog es tuyo. Besos
ResponderEliminarRefugio de mirada agonizante cuando todo es silencio, todo un mundo incierto contenido en una lágrima.
ResponderEliminarPrecioso, besos Fran
Gracias, Ana, has plasmado mi idea al escribirlo a la perfección
ResponderEliminarBesos
Mágico, Fran, como todos tus poemas.
ResponderEliminarUn beso enorme!
Gracias, Luisa, besos!
ResponderEliminarMe ha llegado a lo mas hondo de mi alma, sintonía silenciosa recogida en tus palabras.
ResponderEliminarGracias, Fernando, un abrazo enorme
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