los cimientos de la eterna
imprecisión
cercheaban sus temores
En las arrugas
de las cicatrices de su piel
ondeaban
banderas de derrota
Una lágrima
de incipiente honestidad
resecaba
las ojeras del fracaso
En el dorso
de la palma de su orgullo
se tatuaba
el recuerdo de su sombra
Y en sus hombros
descansaba el peso de la ausente
emoción
de caminar sin destino
De "Sentimientos de un extraño"
Francisco J. Picón
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Es un poema precioso Fran, pero se palpa la desolación de ese momento de ese momento en el que no existía el destino y los recuerdos eran solo sombras.
ResponderEliminarSiempre es grato encontrarse con un poema bello para empezar un nuevo día o para termina una noche
Un beso
Empezar un nuevo dia o terminar una noche con tus palabras es " algo " hermoso, Fran!
ResponderEliminarUn abrazo mu'grande...
Ana, siempre es un placer recibirte por aquí, es un poema escrito en tiempo de dudad e incertidumbre, pero nuestra suerte es que, nos pase lo que nos pase, siempre podemos escribir un poema a modo de terapia
ResponderEliminarJoan, amigo, no sabes que orgullo me produce provocar un instante de hermosura a una persona que hace de lo hermoso una forma de vida, gracias, un abrazo enorme!
A qué saben tus palabras, cómo huelen las derrotas y cómo empujan las esperanzas... el silencio, es el sonido más hermoso ante la duda!! Mi silencio no tiene dudas, no, mi silencio está cargado de admiración al poeta, y de cariño a la persona... que a veces, ya sabes, confundo, será porque el personaje ha dejado de existir para mi!! BESOS!
ResponderEliminarEl respeto, admiración y cariño, es mutuo, Mayte, afortunadamente las personas han hecho olvidar a los personajes, un beso enorme!
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