No,
no me preguntes,
calla
las respuestas,
el silencio esconde las heridas del verbo,
las palabras albergan las llagas del tiempo,
pero no pienses
y calla,
no contestes a las cuestiones del miedo.
No,
no insistas,
siente
los impulsos,
el latido del corazón escondido en el cuerpo del delito,
la sangre que tiñe de color el blanco y negro del recuerdo,
mas no respires
y siente,
no aceleres el devenir del deseo.
No,
no olvides,
aprende
de historias pasadas,
experiencias que nacen y mueren al calor de mentiras imberbes,
sentimientos ocultos en el desván de las traiciones perpetuas,
pero recuerda
y aprende,
no despiertes entre sábanas con hipoteca en sus costuras.
En la caída 2.0: Poemas desterrados
Fran Picón
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