Improntas a dos voces

Trabajando en nuevos proyectos:
"Rimas restadas"
"A rima de tweet"
"Bitácora de un superviviente"
"El rubor en mis pupilas"
"Entre dos aguas"
"Tres palabras"
"Versos depurados"
"Al este del moncayo"
"Al otro lado del abismo"
"Desmemoria de un confinamiento"
"Diálogos de la afonía"
"El insomnio del silencio"
"Eso que algunos llaman amistad"
"Levedad ausente de tweets"
"Micro-rimas en prosa"
"En la caída 2.0"
"Relatos sin dueño"
"Es tiempo de mojarse"
"Vérsame en los labios"

"Tan solo cierro los ojos
para no renunciar a contemplarte"

Fran Picón
"Pellem (In deversorium sensuum)".

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viernes, 26 de agosto de 2011

LA TIBIA SENSACIÓN


LA TIBIA SENSACIÓN de la almohada
ermitaña,
abrazándose  a la inexistencia
de tus arrumacos,
es mi compañera de viaje más leal.
Ya no necesito recitar ovejas
para conciliar el sueño,
mis pesadillas comparecen
irreparablemente
a su encuentro con mi insomnio.

De "Instantáneas entre penumbras"
Francisco J. Picón
Todos los derechos reservados en el Registro de la Propiedad Intelectual

lunes, 22 de agosto de 2011

LIENZO DE VIDAS Y LEYENDAS


En la yema de sus pulgares
en la piel de su cintura
en la comisura de su sonrisa
en las sombras de sus silencios

en los pórticos de la tristeza
en los suburbios del recelo
en las cicatrices de las prisas
en el ascensor del tiempo

en la memoria de la turbación
en los remembranzas de la rutina
en los preludios del aura de otoño
en los chaflanes de las estrías del ayer

en la afonía de un poema impreciso
en la singular ausencia de esperas
en la múltiple eufonía de la soledad
en la tonadilla taciturna del olvido

en unas cuantas letras inhibidas
en los conatos ingratos del destino
en las gotas de rocío en la mirada
en los versos proscritos de su cuerpo

en tantos lugares sin heredero…
… se bosquejan leyendas y vidas

De "Alambique de vestigios". Editorial Quadrivium
Francisco J. Picón
Todos los derechos reservados en el registro de la propiedad intelectual.

lunes, 15 de agosto de 2011

POR BOCA DE MIS MAESTROS


Será que cuando te miro navego a lomos
de ese unicornio azul de la canción de Silvio,
buscando allá donde se pierden todas las miradas
esa ciudad de ensueño que Aute bautizara Albanta.

Será que cuando te siento encuentro el barrio de la alegría
aquel que Sabina soñaba desde la calle melancolía,
y me vienen a mis recuerdos esas palabras de amor
que Serrat cantaba y para Krahe eran sólo un burdo rumor.

Será que cuando me hablas es como un susurro que recorre la ciudad
ese que Ramoncín gritaba desgarrado ahuyentando la soledad,
y es cuando en mi interior cobra sentido esta vida loca
y Pancho sonríe envidiando la suerte que a mi me toca.

Será que cuando te beso ya puedo vivir sin aire y respirar
como deseara Maná y mi pecho se llena con bocanadas de ilusiones,
y es que si tu no estas aquí salen a flote todos mis temores
compartidos con Rosana en el jardín de las baladas para recordar.

Será que si te vas me dejas el corazón partío en lágrimas de cristal
ese que Alejandro curara con tiritas de primavera y versos un enero,
y es que sin ti no soy nada como dice Amaral en un canto sincero
y junto al maestro Sopeña sigo Armando el amor en defensa de tu paz.

Será que el aire me sabe a veneno si no es el de la brisa de tus besos
esa que carga Revolver con balas de caricias sino hubiera que correr
y es que soy un corazón tendido al sol bronceado por rayos de un querer
como Víctor susurrara a Ana cruzando la muralla de los sueños.

Será que siento Tristeza de amor entre anillos de oro si me falta tu mirada
y juego con Hilario entre cuerpos de ola la partida de mi suerte
será que siete vidas más que Antonio quisiera para no dejar de verte
será que yo no se cantarte como cantan los poetas a su amada.


De "Desde mi i...marginación". Egido Editorial.
Francisco J. Picón
Todos los derechos reservados.

sábado, 6 de agosto de 2011

EN LA CINTURA DE LA TRISTEZA

Nunca pensé sentir esta tristeza
que se extiende sin pausa
por los intersticios de mi piel
ennegreciendo hasta el silencio

no imaginé la ausencia
perfilada en cada arruga de mi cuerpo
helando el aliento de los besos prohibidos

ni esa caricia furtiva
huyendo de la calma de unos labios
o la caries en la encía de la soledad

nunca es tanto que duele
y nada es tan poco que se esfuma

la tristeza me abraza y yo...
                                              me abandono en su cintura.

Inédita.
Francisco J. Picón
Todos los derechos reservados.